La Verbena litoralis, conocida por sus delicadas flores púrpuras y su resistencia, es la elección ideal para quienes buscan una planta que aporte color y movimiento al jardín sin requerir cuidados excesivos. Originaria de América, esta verbena se adapta con facilidad a diferentes climas y suelos, convirtiéndose en una opción versátil tanto para jardines ornamentales como para paisajes más naturales.

Con una altura que puede variar entre 40 cm y más de un metro, su porte esbelto la convierte en un excelente recurso para añadir verticalidad y textura a tus espacios verdes. Sus espigas florales densas son un imán para polinizadores, lo que además de embellecer tu jardín, contribuye al equilibrio ecológico.

A la Verbena litoralis le encanta el sol pleno. Plantada en un lugar con buena exposición solar, sus flores brillarán con intensidad durante toda la temporada. Aunque prefiere suelos bien drenados, no es exigente y puede prosperar incluso en condiciones más secas, requiriendo riegos moderados una vez establecida. Es una planta perenne en climas cálidos, resistente a heladas ligeras, aunque en inviernos más fríos puede comportarse como anual.

Consejos para una siembra exitosa

La siembra de esta especie es sencilla. Las semillas pueden plantarse directamente en primavera, manteniendo el suelo ligeramente húmedo hasta que germinen. Una vez que las plántulas estén fuertes, su mantenimiento es mínimo: un riego ocasional durante los períodos más secos y una poda ligera al final de la temporada para estimular un nuevo crecimiento en primavera.

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