La Salvia coccinea es una planta herbácea anual o perenne, según el clima, que se destaca por sus delicadas flores en tonos rosados que emergen en espigas erguidas durante todo el verano y hasta el otoño. Su apariencia etérea y elegante la convierte en una elección encantadora para jardines de estilo naturalista o borduras florales. 

Esta especie, nativa de América, puede alcanzar alturas de entre 50 y 90 cm, con un follaje verde suave que contrasta armoniosamente con sus flores. Además de su valor ornamental, es altamente apreciada por atraer polinizadores como abejas, mariposas y colibríes, enriqueciendo el ecosistema del jardín. 

La Salvia coccinea es ideal para zonas USDA 7-10, y prefiere pleno sol o semisombra ligera. Es adaptable a distintos tipos de suelo, siempre que estén bien drenados, y muestra una tolerancia moderada a la sequía una vez establecida. Su mantenimiento es sencillo, lo que la hace perfecta tanto para jardineros experimentados como principiantes. 

Consejos de siembra: 

Sembrá las semillas de Salvia coccinea en primavera en almácigos. Usá un sustrato bien aireado y apenas cubrí las semillas con una capa fina de tierra. Mantené la humedad constante hasta la germinación, que suele darse entre los 10 y 20 días. Trasplantá las plántulas cuando alcancen unos 10 cm, dejando entre 30 y 40 cm entre cada planta para un crecimiento saludable y un impacto visual óptimo.