La Monarda fistulosa, es una planta herbácea perenne originaria de América del Norte. Esta especie alcanza alturas de entre 80 y 120 cm, y sus hermosas flores en tonos lavanda o malva son un deleite visual durante el verano. Además de su belleza, es reconocida por ser una planta clave en la atracción de polinizadores como abejas, mariposas y colibríes, aportando vida y movimiento al jardín. 

Su follaje aromático, con un suave toque mentolado, añade una dimensión sensorial y puede ser utilizado en infusiones y preparados caseros. Es ideal para canteros naturalistas, jardines de praderas o zonas de bajo mantenimiento, donde aporta color y altura. 

La Monarda fistulosa es resistente a las heladas (zonas USDA 3-9) y prospera en suelos bien drenados con riego moderado. Prefiere ubicaciones a pleno sol, aunque tolera sombra parcial, y es capaz de adaptarse a diferentes condiciones climáticas, incluyendo períodos de sequía una vez establecida. 

Consejos de siembra: 

Para sembrar la Monarda fistulosa, colocá las semillas en otoño o primavera. En almácigos, utilizá un sustrato ligero y mantené la humedad constante; la germinación suele ocurrir entre 10 y 20 días. Trasplantá las plántulas cuando alcancen entre 8 y 10 cm de altura, respetando una distancia de 40-50 cm entre plantas para permitir un crecimiento saludable.