La Melica macra es una gramínea ornamental perenne que aporta un encanto natural y dinámico a cualquier paisaje. Con su elegante follaje y sus espigas colgantes de tonos dorados, esta especie es perfecta para canteros, jardines de bajo mantenimiento y diseños de inspiración silvestre. Su resistencia y adaptabilidad la convierten en una excelente opción para climas templados y secos. Puede alcanzar una altura de hasta 80 cm, formando matas densas y vistosas que se mecen suavemente con el viento.
Se adapta a suelos bien drenados y requiere exposición soleada o de media sombra. Es resistente a las heladas y prospera en zonas USDA 6-9.
Consejos para su siembra
Para obtener los mejores resultados, sembrá las semillas en almácigos en otoño o comienzos de la primavera. Utilizá un sustrato ligero y bien aireado, esparcí las semillas superficialmente y cubrilas con una capa muy fina de sustrato. Mantené la humedad constante y ubicá el almácigo en un lugar con buena luz. La germinación suele ocurrir en 15-25 días. Una vez que las plántulas tengan 3 o 4 hojas verdaderas, trasplantalas al lugar definitivo, dejando 30 cm entre plantas para un crecimiento óptimo.
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La Melica macra es una gramínea ornamental perenne que aporta un encanto natural y dinámico a cualquier paisaje. Con su elegante follaje y sus espigas colgantes de tonos dorados, esta especie es perfecta para canteros, jardines de bajo mantenimiento y diseños de inspiración silvestre. Su resistencia y adaptabilidad la convierten en una excelente opción para climas templados y secos. Puede alcanzar una altura de hasta 80 cm, formando matas densas y vistosas que se mecen suavemente con el viento.
Se adapta a suelos bien drenados y requiere exposición soleada o de media sombra. Es resistente a las heladas y prospera en zonas USDA 6-9.
Consejos para su siembra
Para obtener los mejores resultados, sembrá las semillas en almácigos en otoño o comienzos de la primavera. Utilizá un sustrato ligero y bien aireado, esparcí las semillas superficialmente y cubrilas con una capa muy fina de sustrato. Mantené la humedad constante y ubicá el almácigo en un lugar con buena luz. La germinación suele ocurrir en 15-25 días. Una vez que las plántulas tengan 3 o 4 hojas verdaderas, trasplantalas al lugar definitivo, dejando 30 cm entre plantas para un crecimiento óptimo.