Eryngium variifolium, es una perenne originaria del norte de África, muy valorada por su porte arquitectónico y su espectacular follaje. Sus hojas verdes con nervaduras blancas contrastan con sus inflorescencias globosas de color azul metálico, que aportan textura y estructura a canteros y bordes de estilo xerófilo o mediterráneo.

Florece desde mediados del verano hasta el inicio del otoño, generando cabezuelas compactas rodeadas de brácteas espinosas, que además de ornamentales, son atractivas para abejas y mariposas. Esta especie se mantiene vistosa durante toda la temporada y sus flores secas conservan su valor decorativo.

Alcanza una altura de entre 30 y 60 cm, dependiendo de las condiciones de cultivo. Prefiere suelos bien drenados y exposición a pleno sol. Tolera la sequía y la salinidad del suelo, lo que la hace perfecta para jardines de bajo consumo hídrico y zonas áridas.

Resiste heladas intensas, soportando temperaturas de hasta –15 °C. Apta para zonas USDA 6 a 9.

Consejos de siembra

La siembra se realiza en almácigos a fines del invierno o en primavera. Se recomienda usar un sustrato estéril, liviano y bien aireado, de venta en viveros. Sembrar superficialmente, apenas cubriendo las semillas, y mantener la humedad constante sin encharcar. La germinación puede demorar entre 21 y 30 días.

El trasplante se efectúa cuando las plántulas desarrollen al menos cuatro hojas verdaderas y un sistema radicular bien formado.

PODER GERMINATIVO: 67%