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La Achillea millefolium, es una planta perenne que combina belleza y funcionalidad. Sus flores en tonos rosados forman umbelas densas que florecen desde la primavera hasta el otoño, atrayendo polinizadores y añadiendo color a cualquier espacio verde. Su follaje finamente dividido aporta una textura única, y su resistencia la hace ideal para jardines de bajo mantenimiento y diseño naturalista. Con una altura de entre 60 y 80 cm, es perfecta para canteros, borduras y jardines silvestres.
Clasificada en la zona USDA 3-9, la milenrama se adapta a una amplia variedad de climas, prefiriendo suelos bien drenados y exposición solar plena para un mejor desarrollo.
Consejos para su siembra
Para sembrar Achillea millefolium, prepará almácigos en otoño o principios de primavera. Usá un sustrato ligero y aireado, distribuyendo las semillas en la superficie sin cubrirlas demasiado, ya que necesitan algo de luz para germinar. Regá suavemente para mantener el sustrato húmedo pero no saturado. La germinación ocurre en aproximadamente 10-14 días si se mantiene una temperatura constante entre 18 y 22 °C. Cuando las plántulas alcancen una altura de 5 cm y desarrollen al menos 3 hojas verdaderas, podés trasplantarlas a su lugar definitivo, dejando una distancia de 30 a 40 cm entre cada planta.
La Achillea millefolium, es una planta perenne que combina belleza y funcionalidad. Sus flores en tonos rosados forman umbelas densas que florecen desde la primavera hasta el otoño, atrayendo polinizadores y añadiendo color a cualquier espacio verde. Su follaje finamente dividido aporta una textura única, y su resistencia la hace ideal para jardines de bajo mantenimiento y diseño naturalista. Con una altura de entre 60 y 80 cm, es perfecta para canteros, borduras y jardines silvestres.
Clasificada en la zona USDA 3-9, la milenrama se adapta a una amplia variedad de climas, prefiriendo suelos bien drenados y exposición solar plena para un mejor desarrollo.
Consejos para su siembra
Para sembrar Achillea millefolium, prepará almácigos en otoño o principios de primavera. Usá un sustrato ligero y aireado, distribuyendo las semillas en la superficie sin cubrirlas demasiado, ya que necesitan algo de luz para germinar. Regá suavemente para mantener el sustrato húmedo pero no saturado. La germinación ocurre en aproximadamente 10-14 días si se mantiene una temperatura constante entre 18 y 22 °C. Cuando las plántulas alcancen una altura de 5 cm y desarrollen al menos 3 hojas verdaderas, podés trasplantarlas a su lugar definitivo, dejando una distancia de 30 a 40 cm entre cada planta.
